Los bancos tienen un rol preponderante en los esfuerzos de adaptación al cambio climático, ya que constituyen el 80% de las fuentes de financiación para las empresas en América Latina, y para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París se necesita multiplicar por 6 la financiación en acciones climáticas. Esto deja en claro la importancia del rol de las entidades financieras por su efecto multiplicador, o sea, son los bancos quienes pueden financiar los esfuerzos de adaptación hacia una nueva economía.
En la Argentina, el sector bancario está dando los primeros pasos para asumir ese rol, desarrollando políticas y acciones para evolucionar hacia un mercado financiero sostenible. En 2023 se aprobó la Estrategia Nacional de Finanzas Sostenibles, y cada vez más entidades financieras se suman voluntariamente al Protocolo de Finanzas Sostenibles, que busca incorporar políticas y estándares de ESG.
La Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial ubica a Brasil, Colombia y México en un estadio de madurez, mientras que a la Argentina en etapas de implementación en la integración de aspectos ESG y financiamiento de la sostenibilidad, y en una etapa más inicial, de preparación, en la gestión de riesgos del clima y la naturaleza. Esta caracterización coincide con lo observado en nuestro estudio.
Analizamos las acciones sostenibles de los principales bancos del país, donde se destacan el Banco Galicia, el Banco BBVA y el Banco Santander por sus compromisos de descarbonización, sus esfuerzos en el análisis de riesgos de cambio climático y en general por trabajar en todas las dimensiones analizadas, si bien algunas de sus iniciativas pueden ser incipientes. Por su parte, el Banco Hipotecario, Bancor y BICE se distinguen por la gran profundidad de sus acciones de inclusión financiera, aunque tienen menor cobertura en otros aspectos.
Profundizamos más allá de las políticas y estrategias del sector, y analizamos las acciones de los bancos apoyándonos en información que voluntariamente publican, como los reportes de sostenibilidad y los reportes integrados. Los reportes son herramientas de divulgación de las empresas para comunicar cómo generan valor para la comunidad y sus accionistas, y si bien en Argentina aún no tienen obligación de reportar información no financiera, cada vez son más los bancos que lo hacen. En América Latina, únicamente Brasil, Ecuador, Paraguay y Perú tienen requisitos de presentación de informes ESG, incluida la adaptación al cambio climático, mientras que Chile y Colombia han aplicado o iniciado medidas de supervisión de esta información.
Relevamos los 25 bancos más grandes del país por activos al 31 de diciembre de 2023, que concentran el 94% de los activos totales, y sólo catorce de ellos reportan públicamente sus iniciativas sostenibles. Los catorce bancos concentran el 77% de la industria bancaria local, acorde a sus activos. Analizamos cada banco en cinco dimensiones de sostenibilidad para compararlos y ver el grado de desarrollo sostenible: (i) emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), (ii) educación e inclusión financiera, (iii) bonos y obligaciones negociables, (iv) productos para la sostenibilidad y (v) riesgo climático.
Encontramos que cada banco prioriza distintos aspectos de sostenibilidad, sin embargo, vemos que están desarrollando capacidades y productos en todas las dimensiones. En cuanto a la cobertura de medición de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), los bancos aumentaron sus mediciones respecto a años anteriores y reportan con mayor precisión. Si bien aún son pocos los bancos que formalizaron metas de descarbonización, se espera que el número aumente. Las iniciativas en educación e inclusión financiera y la oferta de productos sostenibles también creció este año y así los indicadores de impacto en la sociedad y el ambiente debido a estas iniciativas. La participación de los bancos en el mercado de valores es dispar y son pocos, sólo tres, los que lo usaron como herramienta de financiación propia para iniciativas SVS. En cuanto al análisis de riesgos de cambio climático, el camino a recorrer parece ser aún más largo que en las otras dimensiones, pero prácticamente todos dieron los pasos iniciales con la implementación de un sistema de análisis de riesgos ambientales y sociales (SARAS).
Cerca de la mitad de los bancos que publican sus reportes divulgan sus emisiones de GEI de alcance 1 (emisiones directas) y alcance 2 (emisiones indirectas por consumo de energía). Seis de ellos miden alcance 3 corporativo, pero ninguno reporta emisiones de alcance 3 completo, es decir, incluyendo sus colocaciones y emisiones de proveedores.
Con el objetivo de reducir las emisiones de alcance 1, algunos bancos trabajan en mejorar la eficiencia energética y alcanzar estándares de sostenibilidad en sus edificios, mientras que para reducir emisiones de alcance 2 recurren al uso de energías renovables, adquirieren certificados de mitigación I-REC o recurren a proveedores de transporte carbono neutrales para colabores.
Los bancos con mayor compromiso fijan objetivos de descarbonización a mediano o largo plazo y adoptan iniciativas de compensación de emisiones. El Banco Galicia estableció objetivos a corto plazo, mientras que el Santander y el BBVA establecieron objetivos de net zero para 2050. Los tres bancos compensaron el 100% de su huella de carbono de alcance 1 y 2 de 2023. Por otro lado, el el Banco Supervielle, el Bancor y el Banco Macro compensaron parcialmente sus emisiones, aún sin haber establecido metas de descarbonización. Quienes compensaron emisiones lo hicieron a través de insetting de carbono con proyectos de plantado de árboles, o mediante offsetting en conservación de bosques y selva, y/o compra de créditos de carbono de distintos estándares (ej. VCS).
Toneladas de CO2 equivalente por millón de dólares en activos, 2023
Fuente: Strategy&
Si bien ningún banco reporta emisiones de alcance 3 de sus colocaciones, se destaca el esfuerzo del Banco Galicia que, en el 2023, con el apoyo del BID, inició un plan estratégico de finanzas sustentables para transitar la descarbonización de su cartera. Además, realiza el cálculo de las emisiones financiadas y la identificación de sectores a priorizar para definir objetivos de reducción de emisiones o actividades financieras alineadas con los ODS.
A partir de los compromisos relacionados a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) impulsados por Naciones Unidas que asumieron los bancos, las entidades impulsan acciones para generar un impacto positivo en la sociedad. Las iniciativas que promueven son muy variadas y con distintos grados de impacto. Para analizar esta dimensión de sostenibilidad, nos enfocamos en las vinculadas a cuatro objetivos particulares: ODS1- fin de la pobreza, ODS4- educación de calidad, ODS8- trabajo decente y crecimiento económico, y ODS10- reducción de las desigualdades.
Para evaluar el impacto de iniciativas educativas, tanto financieras como de apoyo a educación formal, utilizamos como indicador la cantidad de personas beneficiadas que declaran. Son nueve los bancos que realizan acciones en este eje, y, considerando que para tener mayor alcance se apoyan en herramientas digitales, encontramos que las principales iniciativas alcanzaron a más de 190.000 personas. Por ejemplo, el Banco Supervielle combina capacitación a través de su plataforma online y talleres presenciales, con lo que se beneficiaron de forma directa más de 4.200 jóvenes de escuelas secundarias y primeros años universitarios.
En esta dimensión también evaluamos el grado de esfuerzo de los bancos en inclusión financiera, considerando el monto de créditos otorgados por cada banco y los comparamos con el total de sus activos (intensidad).
A partir de este indicador, destacamos el rol del Banco Hipotecario con más del 30% de intensidad crediticia, a partir de la inclusión al sistema financiero de personas y familias con ingresos desde 1,5 salarios mínimos, otorgándoles créditos para la vivienda a tasas diferenciales a los cuales no podrían acceder de otro modo. Otros bancos con iniciativas de inclusión financiera, con líneas de crédito con tasas subsidiadas, programas especiales para mujeres, trabajadoras de casas particulares y personas sin antecedentes crediticios, son el Bancor y el BICE con una intensidad cercana a 11% y 7% respectivamente, y el Banco Galicia, el Banco Santander y el Banco Nación con intensidades cercanas o menores a 1%.
Los bonos verdes, sociales y sustentables (SVS) son valores negociables que se destinan a financiar o refinanciar proyectos, en forma total o parcial, con beneficios sociales, ambientales o una combinación de ambos. También están los bonos relacionados con la sostenibilidad, donde los fondos se pueden utilizar para cualquier propósito, pero la emisión está directamente relacionada con el cumplimiento de indicadores de sostenibilidad por parte del emisor. Estos títulos de deuda se alinean con los principios establecidos por la Asociación Internacional de Mercado de Capitales (ICMA) y por la Comisión Nacional de Valores (CNV).
En el 2023, en Argentina se emitieron 25 instrumentos financieros temáticos SVS, que representa un 47% de crecimiento respecto al año anterior. En total llevamos contadas 72 emisiones de deuda sostenible en Argentina por un monto de financiamiento que supera los USD $1.500 millones desde la apertura del mercado.1
1 El total de bonos emitidos se compone por todas las obligaciones negociables, fideicomisos financieros, fondos comunes de inversión cerrados, títulos públicos que cuentan con una evaluación externa que certifica su calidad verde, social, sustentable o vinculada a la sostenibilidad (SVS+) a diciembre 2023.
El Banco Galicia y el BICE fueron pioneros en la emisión de bonos SVS. En el 2018, el Banco Galicia emitió un bono verde por USD $100 millones para financiar proyectos que mitigan el cambio climático, que fue adquirido íntegramente por IFC. Ese mismo año, el BICE emitió el primer bono sostenible por USD $30 millones, suscripto por BID Invest, contribuyendo así a generar inclusión financiera y desarrollo productivo, económico y social. Más adelante, en 2020, el Banco Ciudad emitió el primer bono social para hacer frente al COVID por un valor nominal de UVA 69,5 millones.
Otros seis bancos participaron del mercado de capitales como colocadores de obligaciones negociables de impacto social y ambiental, movilizando casi USD $1.230 millones con fines SVS. Este rol lo asumieron el Banco Galicia, el Banco Santander, el Banco BBVA, el Banco Macro, el Banco Supervielle, el Banco Provincia, el Banco Patagonia y el Banco Hipotecario.
Ocho de los bancos que estudiamos ofrecen productos específicos para la sostenibilidad, que se enmarcan en tres categorías: créditos para proyectos vinculados a la sostenibilidad (renovación de equipos, eficiencia energética, entre otros), cuentas y tarjetas que abordan aspectos de inclusión y reciclado, y gestión de activos (inversiones vinculadas a la sostenibilidad).
Si bien todos los bancos han implementado o están desarrollando Sistemas de Análisis de Riesgos Ambientales y Sociales (SARAS), que son sistemas que permiten evaluar el grado de riesgo ambiental y social que representa un cliente o proyecto de inversión, ninguno presenta en sus reportes análisis sobre el impacto de los riesgos relacionados con el cambio climático. Esto podría hacerse apoyándose en guías o recomendaciones como TCFD2 que aportan un gran valor en el mundo financiero y empresarial, ya que permite a las organizaciones identificar y gestionar los riesgos y oportunidades asociados al cambio climático, y a los inversores tomar decisiones más informadas y sostenibles.
2 Task Force on Climate-related Financial Disclosures
Podemos destacar el análisis que realizan algunos de los bancos relevados sobre sus colocaciones:
3 Los Principios del Ecuador son un conjunto de lineamientos basados en las normas de desempeño de IFC, que se aplican voluntariamente para evaluar y monitorear temas sociales y ambientales relacionados con la financiación de proyectos de inversión.
4 Porcentaje calculado en términos del volumen de préstamos en cartera, que incluye tanto financiación dispuesta como no dispuesta (como Préstamos, Líneas de Crédito Revolving no utilizadas, Garantías, líneas de ECA, entre otras).
El sistema financiero, y en particular los bancos, tienen un rol crucial como facilitadores en la transformación sostenible para hacer frente a los desafíos que impone la crisis climática. En general, los bancos en Argentina necesitan desarrollar la gestión de riesgos del cambio climático y profundizar el impacto de las iniciativas en los demás aspectos. La demanda y la regulación plantean crecientes exigencias, y quienes estén más avanzados podrán aprovechar las oportunidades sostenibles.
Fuentes: