Hoy en día las empresas se enfrentan a múltiples desafíos que requieren ser más ágiles y eficientes sin dejar de crecer, es decir, creando mayor valor.
Por ejemplo, una empresa latinoamericana del sector de gas y petróleo implementó un plan de mejora estratégica de costos alcanzando en simultáneo un alto crecimiento (9% anual en cinco años, muy por encima del aumento del precio del petróleo) y a la vez mejorando el margen EBITDA (13 puntos porcentuales en el mismo período). El programa de eficiencia buscó concentrarse en las áreas productivas más rentables y en las cuales la compañía tenía más conocimiento para mejorar la productividad, y reducir los costos en las actividades que no son diferenciadoras en su estrategia de negocio.
Sin embargo, en el escenario económico actual, es común observar cómo muchas empresas recurren a una vieja receta ante la adversidad: la reducción de costos. Aunque esta táctica brinda cierto grado de control en momentos en que muchas cosas parecen estar más allá de nuestro control, la visión estrecha de buscar ahorros a corto plazo puede acarrear consecuencias no deseadas a largo plazo.
Este riesgo ha ido aumentando últimamente. Según el capítulo Argentina de la 26°Encuesta Anual Global de CEO 2023, el 93% de los CEO argentinos manifestaron que la reducción de costos sería una prioridad en 2023, algo que no deja de ganar importancia con la evolución del contexto macroeconómico. Cuando los programas de reducción de costos se implementan apresuradamente, como ocurre en muchos casos, hay poco debate sobre la intención estratégica detrás del gasto. Por lo general, los líderes asignan metas generales, dejando que los grupos funcionales y los gerentes de línea determinen rápidamente qué (o quién) debe irse. Eso termina dejando a las organizaciones más débiles, desequilibradas y, en algunos casos, sin dirección.
La mayoría de las empresas que reducen costos dejan de crecer y pierden rentabilidad en los años posteriores a estos programas. Sin embargo, un grupo de empresas logra crecimiento de ingresos y rentabilidad superiores a la media de sus industrias—es decir, salen fortalecidas después de una transformación estratégica de costos.
Para obtener más información sobre cómo las empresas han gestionado con éxito los costos sin dejar de crecer, realizamos un estudio1 de las 1.500 empresas públicas más grandes del mundo, según los ingresos de 2021. Entre ese grupo identificamos 201 empresas (o el 13% de la muestra) que de 2015 a 2018 implementaron mejoras de eficiencia: tuvieron un margen EBITDA por encima de la mediana de la industria mientras sus ingresos crecieron menos que la mediana de la industria. Eso separó a las empresas que aumentaron sus márgenes mediante la reducción de costos de aquellas que los aumentaron mediante mejoras en los ingresos. Luego analizamos los resultados financieros de esas 201 empresas en el período de tres años que finalizó en 2021. De esas empresas, 125 (62%) lograron un crecimiento de ingresos y una rentabilidad inferiores al mercado. Sus ingresos se mantuvieron relativamente estables, cayendo un 0,6%, en promedio, y su EBITDA cayó un 8,3%. A pesar de las mejoras anteriores en sus márgenes, sus esfuerzos finalmente no tuvieron éxito porque perjudicaron sus resultados futuros. Esto podría catalogarse como una típica reducción operativa de costos que no tuvo un abordaje estratégico por detrás que permita sostener una ventaja competitiva a futuro.
La buena noticia es que 76 de esas 201 empresas (que incluían a la petrolera latinoamericana) tuvieron un mayor crecimiento de ingresos y márgenes en el período de tres años posteriores. En promedio, sus ingresos aumentaron un 16,8% y su EBITDA un 6,8%. Esto podría catalogarse como una transformación estratégica de costos en la cual el abordaje se plantea como parte de la estrategia de negocio para lograr una ventaja competitiva sostenible a futuro.
Estas empresas representaban una amplia gama de industrias, incluidas tecnología, manufactura, farmacéutica y servicios financieros, y ninguna industria concentraba más de 11 empresas. También estaban ampliamente distribuidos geográficamente, con sede en 19 países de Norteamérica, Sudamérica, Europa, Asia y Australia.
Estas 76 empresas claramente se habían preparado para el éxito futuro. La pregunta era: ¿En qué acertaron ellos y los demás se equivocaron?
1 Con contribución de la investigación realizada por Vinay Couto, Paul Leinwand, y Sundar Subramanian, publicada en el artículo HBR Cost Cutting That Makes You Stronger,
Para tener éxito en la transformación de costos, es necesario comenzar con una hoja en blanco e ignorar los costos hundidos. Esta es la mentalidad que subyace al Presupuesto de Base Cero, así como a la famosa pregunta de Peter Drucker: "Si no estuvieras ya en este negocio, ¿entrarías en él hoy?". Aplicar esta lente a cada proyecto, línea de presupuesto y función permite a los líderes observar la estructura de costos estratégicamente, lo cual es imperativo, porque puede que no haya tema más estratégico que dónde gastar los recursos de los accionistas.
La gestión estratégica de costos comprende cinco elementos fundamentales, cada uno de los cuales demanda un análisis estratégico y una visión a largo plazo:
Dentro de un esquema más completo, con nuestra metodología llamada Fit for Growth evaluamos nueve palancas de eficiencia en tres diferentes categorías, con potencial de transformar significativamente los costos de las empresas:
Como vemos en el esquema, los dos primeros elementos de los cinco mencionados tienen que ver con las palancas relacionadas al portafolio de negocios y capacidades, que son justamente los que tienen mayor potencial de ahorro, mientras que los elementos tres y cuatro tienen que ver con las palancas asociadas al modelo y excelencia operativos. El último de los elementos se relaciona con la capacidad de mantener de forma permanente una capacidad para la revisión y optimización continua de los costos en la organización.
La economía actual está poniendo la gestión de costos en el centro de las reuniones de directorio y de los equipos de liderazgo. Al abordar esta cuestión, los ejecutivos se enfrentan a una elección. Pueden reducir costos de la manera tradicional y correr el riesgo de debilitar sus organizaciones, o pueden hacer el arduo trabajo de repensar los conceptos básicos de su negocio para salir fortalecidos y potenciar el crecimiento y rentabilidad a futuro.
Como líder de su organización sabrá que ha progresado cuando los costos no sean un tema negativo que solo ocupa a algunos pocos, cuando el presupuesto refleje realmente las decisiones estratégicas y cuando toda la empresa aprecie el valor de cada inversión o costo. En ese momento, no sólo habrá encontrado una mejor manera de gestionar los costos, sino que habrá encontrado una manera de transformar su empresa y dar forma a su futuro.